martes, 16 de abril de 2013

Diario de un "bondaguero": Primer contacto con Janeth

Después de platicar por mucho tiempo por el chat con Janeth, decidimos que era el tiempo para conocernos en persona y tener nuestra primera sesión. Durante esas platicas, Janeth me contaba sus fantasías acerca del bondage y que buscaba a alguien para llevarlas a la realidad; tuvo la oportunidad con un amigo pero a él no le gustaba el bondage, así que una tarde la amarra de "mala gana" a lo cual Janeth se decepciono mucho y continuo con su búsqueda.

Janeth gustaba de las fantasías del secuestro, la damisela en problemas, la típica chica secuestrada en las historias, eso la llenaba mucho y quería hacerlo realidad. De alguna forma al contarme esto, concordaba con ella en esas fantasías pues justamente era la que buscaba: la fantasía del control, del machismo y de tener a una damisela cautiva. Todo esto llevado bajo la filosofía del BDSM.

A una semana de conocerla estaba muy nervioso y con muchas dudas que giraban en mi cabeza; conforme se aproximaba la fecha, un gran temor me invadía, no sabia que era, pero tontería y media pasaba por ella y no pensaba claramente. Y al fin, el 24 de febrero de 2007, sábado, llego el momento de verla. Me aliste y llegue a su casa puntual a las 10 am. En aquel tiempo tenia barba, cosa que no le dije a Janeth. Ella vivía en un pequeño departamento en el tercer piso, toque su timbre, espere unos momento y ella bajo. Tras la puerta de vidrio note una alta figura femenina, que al verme note sorpresa y era por la barba. Abrió la puerta y de inmediato se dio la media vuelta, ni siquiera me dio oportunidad de saludarla, lo recuerdo que me dijo que la siguiera. Subimos al tercer piso a un diminuto departamento, ideal para una persona soltera. De una silla de madera de cocina, colgaban una gran cantidad de cuerdas. Al seguirla y estar adentro del departamento se dio la media vuelta; y ahí estaba, Janeth, lista para su primera sesión.

Vestida coquetamente y luciendo unas largas y hermosas piernas enfundadas en medías y una zapatillas muy sencillas, estaba por lanzarme sobre ella, pero como buen caballero que soy (ja, ja, ja)
la invite a tomar asiento y charlar mas a profundidad sobre la sesión que se iba a tener. Ella complacida por el gesto que conversamos por largo tiempo, quedando claro las reglas de la sesión y como se iba a llevar acabo. Janeth no deja de insistir en los juegos de secuestro, lo cual en cuestión de milisegundos planeé algo. Terminada la platica le pedí que si iniciábamos la sesión en su cuarto, a lo que ella accedió de inmediato. A unos paso estaba su habitación, la seguí, y en el momento en que ella atravesó el umbral de la puerta... ¡ZAZ! Oh si, la sesión había comenzado. Como lo visualicé en las series de televisión y algunos videos bondage de la red, como vil y cruel secuestrador la sorprendí sujetando su cuerpo con mi brazo izquierdo y con mi mano derecha tape su boca, flexionándola hacia atrás susurre cosas malvadas a su oído. Podía sentir sus gemidos con fuerza, su agitada respiración y note en sus ojos bien abiertos una expresión de miedo y terror, pues realmente no se esperaba esto.

La lleve a su cama, la obligue a hincarse en ella, quite mi mano de su boca y con suplicas me decía que la soltara, al parecer seguía a la perfección el juego, pero gracias a un espejo, podía ver su rostro que aun el miedo y el terror la invadía. Amarre sus manos por detrás, la arroje a la cama, fui por otras cuerdas para atarle los tobillos. Usando una media toda rota, la use para introducírsela en su boca, y con otra media rodear su boca hasta la nuca como una mordaza "OTM", su favorita. Jugué con ella a manosearla, tocarla, tomarle fotografía y video. Después de un rato de estar atada a la cama, la lleve a su sala donde simplemente la acosté en el piso y me deleite viéndola como trataba de soltarse sin tener algún éxito. No podía creer lo que estaba pasando, que al fin encontré a alguien para compartir y vivir experiencias reales de bondage.

Al finalizar la sesión, la lleve a la cama, la desate, le quite la mordaza y en su rostro se dibujaba la clara expresión del placer y el éxtasis a niveles que nunca había visto, ni siquiera en los videos. Trate de calmarla pero su placer iba mas allá que solamente se limito a sonreírme, llevo sus manos hacia mi cara y me lo agradeció como nunca ante me habían dado las gracias en mi vida; hasta ese momento. Retoco su maquillaje e inmediatamente vimos las fotos y videos que tome. Janeth estaba fascinada y no podía creer el momento que experimento; y me pidió que lo volviera hacer en una próxima ocasión, a lo que respondí afirmativamente y que ojala vinieran muchas sesiones mas.

1 comentario:

  1. ME ENCANTA! ME FASCINA!

    Ojala hubiera sido Yo! Pero me atrevería a pedirle que usara sobre mi una ringag! Y me hiciera favor de mostrarme sus maleficas intenciones! Soy muy alta! Así que a lo mejor tendría algunos lios o le sacaría partido a la situación! Una spreading bar! Montones de cuerdas! La ringag y Yo a su merced!

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